
Había una vez una linda pareja cuyo único deseo era tener un bebé. Tras años de espera, por fin lograron quedar embarazados y su felicidad se vio completa. Tendrían una hija o hijo y podrían ser una adorable familia.
Sin embargo, no parecía que la felicidad estuviese destinada a ellos. Frente a su casa había un huerto donde crecían bellísimos frutos y flores.
La mujer siempre había deseado probarlos, pero ni ella ni su marido se habían atrevido...